domingo, 21 de septiembre de 2008

Palomas negras II

Palomas negras que brotan del pecho
oscuridades. Recovecos oscuros del alma
desenfrenadas como deminios. Sólidos. Corpóreos.
Nos alejan. Se convulsionan. Se agitan.
Sus alas baten polvo gris
Generan ruidos roncos. Sórdidos.
Las palomas negras generan náuseas
olores putrefactos del alma.
Experimentar la oscuridad, también.
Es raro, huele a conjuros y a cementerios.
Me asusta y me angustia
Pero también quiero probar eso
Desmantelé por segundos el paraíso colorido
y detrás, también, había esto.
Palomas negras.
Hambrientas de rosas, fantasías y lilas.
Hambrientas de esperanzas líquidas.
Hambrientas de amor, paz y estrellas.
¿Todos tenemos palomas negras? Un horror.
Qué pena.

Palomas negras que rompen,
despedazan el pecho y el equilibrio.
O pretenden volver a cero.
Quieren la nada y el alma.
Quieren el cuerpo.
Poesía disfrazada de pena y delirio
Pero también, palomas negras.


(También se pueden experimentar los costados malditos del alma..?)

1 comentario:

Sandra dijo...

Just passing through. :)